"Las Señoritas de Avignon", Pablo Ruiz Picasso.
El cubismo es el movimiento más significativo y transcendente de la historia de la pintura occidental desde el Renacimiento, por lo que tiene de ruptura con la estética clásica, el concepto de belleza y las nuevas formas de observar la naturaleza. Su visión del arte es tan radicalmente diferente que conmocionó todo el mundo del arte. A partir del cubismo, el concepto de arte y de belleza cambia radicalmente, nada se podrá hacer igual, y las obras anteriores se mirarán de otra forma.
Picasso está en el origen de la creación del cubismo y es su representante pictórico más destacado. Pero también es su inventor teórico, junto con Georges Braque y Juan Gris. Sus planteamientos son totalmente inéditos en el arte. Crea un nuevo lenguaje pictórico y estético que implica una nueva relación entre el espectador y la obra de arte. El espectador no se puede quedar contemplando sin más la obra, sino que debe reconstruirla en su mente para poder comprenderla. La pintura es algo mental, el espectador interpreta la realidad según las pautas que da la obra y se convierte en artista, en creador. La nueva estética se desliga completamente de la interpretación o la semejanza con la naturaleza, lo que significa que la obra de arte tiene valor en sí misma, como medio de expresión de ideas. Esta desvinculación de la naturaleza se consigue a través de la descomposición de la figura en sus partes mínimas, y pintadas de forma geométrica. Esta descomposición no es casual, sino que está muy estudiada y calculada, para permitir la recomposición mental de la figura.
"Violinista", Georges Braque.
El cubismo es un arte creado, es un nuevo lenguaje y una nueva estética, un replanteamiento integral de la pintura y las artes plásticas. Hasta el momento, ni los más radicales fovistas se habían atrevido a romper con el lenguaje convencional y sensitivo que representaba, en mayor o menor grado, la naturaleza, desde los tiempos griegos. Pero el cubismo rompe con todo eso; es un arte mental no sólo en las formas sino en la concepción de la obra. Para comprender un cuadro hay que pensarlo. Hará un replanteamiento de la obra de arte, de lo que son las formas, de la luz, la perspectiva, el movimiento, el volumen, el espacio, el color, etc. Todo ello exige del espectador un esfuerzo mental para reconstruir la figura, que no se observa a simple vista. En el cubismo no es el color, sino la línea la que crea la figura y compone el cuadro. Sus obras no son producto de la casualidad sino de un proceso de creación meditado y consciente.
El cubismo se pregunta, también, por los problemas del volumen y del espacio. Su ruptura con la tradición renacentista e impresionista es total, y busca un nuevo espacio pictórico para sus formas. Una de las características del cubismo es su representación en blanco y negro, consecuencia de su desvinculación con la naturaleza e influido por la fotografía, para facilitar la lectura del cuadro. El cubismo se preocupa por la representación del movimiento y por lo tanto del tiempo: de la cuarta dimensión. El tiempo cobra un nuevo significado tras la teoría de la relatividad de Einstein. El cuadro cubista pretende representar, al mismo tiempo, todas las formas posibles de ver una figura, esto implica que el espectador está obligado a mover los ojos para recomponer la figura. El color ceniza, el blanco y el negro, ayudan a la reconstrucción del cuadro. La cuarta dimensión está en la mente humana, vemos el mundo con movimiento, con el paso del tiempo, y eso es lo que pretende captar el cuadro cubista.
"El Violín y La Guitarra", Juan Gris.
Etapas del Cubismo.
El cubismo cezaniano se caracteriza por sus formas identificables, que son reducidas a formas geométricas puras. Se trata más de un protocubismo que una nueva estética.
El cubismo analítico se caracteriza por la descomposición de la forma y de las figuras en múltiples partes, todas ellas geométricas. Su objeto es conocerlas, examinarlas y ordenarlas por separado. Es el cubismo más puro y el de más difícil comprensión. Es la auténtica la estética cubista, la creadora del nuevo lenguaje.
El cubismo sintético se caracteriza por potenciar las partes más significativas de la figura, reduciéndola a sus formas geométricas más puras. No es un cubismo simplificador, pero sí de más fácil lectura. Está altamente estructurado y se potencian las partes más significativas, o que se quiere resaltar.
Tras la época clásica del cubismo aparecen tres escuelas: la Sección Áurea (o Sección de Oro), que pretenderá llevar las matemáticas a la pintura de manera consciente, tanto en los ritmos como en las proporciones de la descomposición cubista; el orfismo es el cubismo colorista, un tanto evocador de sueños extraños, está muy cerca de la abstracción pura; y por último está el purismo de la Bauhaus que reaccionó contra los excesos del cubismo y vuelven a las formas simples y analíticas. Del cubismo surge una nueva técnica pictórica: el colage, al pegar en los cuadro trozos de realidad que facilitan su lectura, también la inventa Picasso. Con el colage la palabra impresa entra a formar parte de la obra de arte. Pero el cubismo es, ante todo, la estética que da el paso definitivo hacia la abstracción pura.
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