miércoles, 8 de octubre de 2008

"Mi nombre es Malarrosa"

de Hernán Rivera Letelier.

Número de páginas: 256
Editorial: Alfaguara.



Dicen que todo lo bueno, tarde o temprano termina. Así sucedió en el norte, durante su primer tercio del siglo XX. La edad de oro del salitre daba sus últimos estertores, sitios que alguna vez brillaron como joyas amenazaban convertirse en pueblos fantasmas. Uno de ellos en Yungay, un caserío que corría veloz hacia su desaparición. Allí nació y creció Malarrosa, quien debió llamarse Malvarrosa pero que por un error de inscripción fue nombrada con una identidad que acabaría siendo sello de su destino. Aunque toda esta historia es para justificar el título.

El libro trata de la vida del padre de Malarrosa, Saladito Robles un empedernido jugador de Poker durante fines dela década del20 y principios de la del 30, en el marco de la matanza obrera de San Gregorio, un trágico hecho ocurrido durante el gobierno de Arturo Alessandri Palma, donde, según los historiadores, murió cerca de un centenar de obreros.

Como reza el dicho “chiste repetido, sale podrido” y una vez más Rivera Letelier se autoplagia, por enésima vez a sí mismo para crear ¿crear? Un libro a gusto de su fiel público, un público que se complace de la lectura fácil y desechable, como toda la obra de este pintoresco olvidable escritor ¿escritor? Que recicla su añeja temática para repetirla y venderla con ropajes de novedad, quizá en unos años más; pero como reza el dicho “chiste repetido, sale podrido, una vez más Ribera Letelier se repite en su manida temática y en su métrica y sintaxis simplista.

Para suerte de este autor ¿autor?, siempre va haber incautos que le compren la “pomada” una y otra vez, en resumen un libro evitable y olvidable, como toda la producción de Rivera Letelier.


Enviado por Enrique Alarcón

4 comentarios:

Felipe González. dijo...

Estimado, antes de hacer una crítica tan infundada y rozando el chaqueteo, debe aprender a escribir.
No de vergüenza.

Unknown dijo...

lamentablemente, hay personas que no les gusta hablar del pasado, cuando leí el libro, lloré, y me hizo sentir y vivir todo lo que vivió mi abuelo siendo un ripiador, todas las historias que vivió mi madre, me las contó, y cuando leí el libro me llegaba a doler la "guata", de la impotencia y dolor, por sentir lo que ellos sintieron, yo le agradezco a don Hernán Rivera Letelier, por causar en mi sentimientos, que no tuve que vivir gracias a Dios, pero que ahora los puedo comprender. Ante esto solo me cabe una pregunta para usted señor Enrique Alarcón.
¿cuantos premios ha ganado usted en el extranjero?
señor River Letelier mis sinceras y orgullosas felicitaciones por su premio Alfaguara 2010
aunque lamentablemente algunos chilenos no se alegran por los premios de nuestros compatriotas, sólo les causan envidia, y por favor, siga escribiendo sobre las salitreras, hay tantas historias en silencio, que me gustaria leer
mirna tapia

Anónimo dijo...

Me gustaria que aquella persona que hizo esta critica al libro de Letelier dejara en claro que lo expuesto es solamente su perspectiva, y que pueden haber diferencias con otras personas, como yo. Me parece que este personaje es una excelente muestra de talento chileno, y de que a pesar de contar una y otra vez una historia, ha sabido darle el toque especial a cada una de sus historias que hace que todas sean unicas y especiales

Anónimo dijo...

Si se las quiere dar de critico... se morirá de hambre.

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mal, muy mal señor