El ingrediente principal es la voluntad, el querer hacer y apoyar.
Aprendimos haciendo, conociéndonos y escuchándonos.
Fue y será siempre necesario, apelar a todos los medios, para invitar y difundir: la gráfica, la web, las cadenas de correos, cartas a profesores para que acudan con sus alumnos y también invitar personalmente, a quienes esperan en el patio, a quienes van pasando hacia o desde otras dependencias.
Aprendimos haciendo, conociéndonos y escuchándonos.
Fue y será siempre necesario, apelar a todos los medios, para invitar y difundir: la gráfica, la web, las cadenas de correos, cartas a profesores para que acudan con sus alumnos y también invitar personalmente, a quienes esperan en el patio, a quienes van pasando hacia o desde otras dependencias.
Reconocer y apreciar las infinitas posibilidades de la expresión y desde pequeños estar preparados para hablar desde la sensibilidad.
Entrando de lleno en el mundo, que el artista, nos abre en cada propuesta.
Desafiar la puesta en escena, esperando más, dando cuenta de un camino recorrido y contribuyendo a revertir el estado de las cosas, el letargo, invitando a explorar otras formas de crecimiento.
No importa a fin de cuentas quien organiza. Importa el no dejar de hacer, ni obstruir a quienes trabajan, creyendo en el valor que otorga el arte a una educación integral y de calidad.
Atentos a cada nueva posibilidad de sorprendernos, expandir los sentidos.
Saber que estamos incorporando a nuestro mundo, una forma de riqueza inagotable.
Importante el testimonio.
Cuenten su experiencia, entusiasmen, inviten.
Practiquemos el placer multiplicado del compartir críticas y sensaciones.
Cuenten su experiencia, entusiasmen, inviten.
Practiquemos el placer multiplicado del compartir críticas y sensaciones.
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